viernes, 4 de enero de 2008

Cuando perdí de mi.




Es en esa necesidad de sentirme en paralelas, de desconectar cables de la gran maquinaria, mirar parcialmente lo que viene junto a mi, como siendo indiferente, fija mirada, ideas permanentes, un poco de decaimiento, pero nunca tocando el fondo, ahí me siento libre.

Ahora me convenzo de que esto tiene buen final, tengo que ser individualista en muchas ocasiones, así esto se torna en paz.
Trato de inyectar energía como concepto, me ha servido, así además creo que todo se mueve bien, que plástico parece esto, ¿verdad?, es como lo estoy dibujando ahora, esta alternativa se presenta cuando ves y escuchas demasiado, cuando callas.

He mirado por sobre mi mirada, y me he dado cuenta que estuve girando mal, al revés, creando vientos ¿de qué?...de nada, sólo creí, eso pasó, creí demasiado.

Volé y estuve en numerosos viajes, en ellos he rescatado pedazos.
Con ellos haré otro muro, pero no olvidaré la puerta como antes.
Es necesario estar y no estar, sobre todo en este nuevo que comienza a trazarse entre mis talones.

En el espejo guardé muchos deseos, todos ellos blancos y negros, algunos ni siquiera los recuerdo, pero algún día los necesitaré, cuando este todo como quiero.

Mi tiempo será sagrado, dedicado a mi, si, seré yoista, y no me interesarán los demás, nada.

Me siento atada a la liberación de mi integridad.

Eso haré

Así se ha dicho.