miércoles, 16 de julio de 2008

Ave


Un espectro azul ha posado hoy en mi ventana, sutil, frágil, inesperado, suave, sabía a mañana remojada en neblina. Tomaba forma de ave, con plumajes dorados, un realce del águila imponente de la montaña, hasta un polluelo indefenso. Pasaba a hablar de lo intenso, de lo amargo de su vuelo prometido, de lo difícil que es cantar para las lluvias y danzar hacia el sol. El viaje fue duro, pero el ave fantasmal encuentra su tesoro cuando rompe el sosiego, cuando ya ha guardado kilómetros de vía por los cielos y muchas heridas en el cuerpo. El corazón de mi ave visionaria es como el huevo que se acurruca en la rama, vulnerable, indefendible al depredador y a la eterna caída al vacío. El espíritu del libre volátil es cálido como cuando el candor de las alas maternas se arriman compenetradas. Vino a susurrarme con la certidumbre a su favor, al oído sentí su calor, que por donde anduvo ha traído consigo un pasaje de historias de amor, hoy me ha confesado que se rebosa en nuevos aires y la fuerza ha rejuvenecido en su alma, que el amor encontrado en sus cielos ha podido pintar nuevamente la imagen de la vida, ha sabido devolverle la sonrisa, que hasta el paisaje se torna más verde con el paso de su despegue. Ave mía, ave armoniosa, los espacios serán más nítidos contigo en mi piel, sé el reflejo de lo vivo, se el ángel que habite y llene de luces la próxima tierra, impregna tu alegría plena, déjame convertirme en tu impulso, porque quiero escribir esta historia sencillamente haciéndola propia.
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martes, 15 de julio de 2008

Palabrerío en el Everest



Decidida, plasmada, arrogante, incoherente, despistada, enfurecida, apasionada, impresionada, desaforada, luego de un quejido de garganta -algo tan humano como eso- me dispongo a enlazar letras, junto con un diccionario de redondas palabras cohesionadas, ensimismadas, brillantes, prodigiosas, dignas de nuestra lengua, porque vibran en la creencia de que con ellas es posible alcanzar la cúspide del majestuoso de los Himalayas, o embellecer aún más la luna fulgurante de los enamorados, descifrar la impetuosidad, el desplante de lo que es amado, deseado, odiado, o también la sencilla definición del todo. Obtener la desnudes de lo tangible, frente a las ideas, despedazarlas, exprimiendo sus particularidades, estimulando la divina imaginación, el don, el privilegio de la humanidad. Hablar gozando, hablar sintiendo, hablar entregando parte de uno mismo, explicando, diciendo, enseñando, conversando, preguntando, respondiendo, maldiciendo, describiendo, recordando, amando, analizando, defendiendo, argumentando, refutando, afirmando, declarando, queriendo. En el sentir está la magia de la voz, hay palabras simples, hay frases simples, hay te quieros simples, hay sinceridad, hay repuestas complejas y hay verborrea también, pero cuando se siente, se hace propia la utilidad de las letras, se une a la piel, sencillamente son expuestas, son puras, son reales, y pueden provocar lo que se quiere provocar. Yo quizás en tanto me contrapongo o me doy cuenta de mi propia inconsecuencia, busco palabras nuevas y busco enlaces armónicos, juego y estallo de felicidad uniéndolas, coloreándolas, destruyendo sentidos o tal vez hallando el propio dentro de sus énfasis, lo sé, hablo de simpleza y de sentimiento, pero me enloquece tenerlas entre mis manos, me descontrola poseer la facultad de darles forma, de expresar todo lo que quiera, la belleza y el misterio, el trasfondo, lo implícito, la metáfora, la dirección, la ironía, el destape, el desahogo, la verdad, la locura, la espontaneidad o la gran elaboración. Yo sinceramente me revuelco entre sus posibilidades, para mi las palabras son las cálidas plumas de la almohada, son el sueño más reiterado, son la escalera a las nubes o al infierno, son la ventana a otros espacios, son mi medio para decir que te quiero, o para pintar lienzos de experiencia, plasmar todo, confesar, recordar, desvestir la vergüenza, decirlo todo, escribirlo todo, borrar todo y volviéndolo a escribir, publicarlo o esconderlo, o poniendo un exquisito punto suspensivo o tal vez uno final, si, entre comas y tildes, esta vez es decisivo.
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jueves, 10 de julio de 2008

Gracias y Odio



Todo el temor que corrompe el cielo, cuando está gris pero amontonado de pedazos azulados, de qué sirven, dirían, pero los conservo para no detenerme. Es tan contradictorio representar sin ser representada, por el escudo o por concepto, al final todo sabe a subreal, todo para esto, no es lo que se espera de la nada, ni de la inercia, tampoco yo soy, yo sigo siendo la nada. Lo que me inquieta realizar es infundado, es misterioso, es paradojal, es aberrante, es insignificante. Estando, pues claro, estoy, pero no de alguna parte, sino, sólo oliendo a refugiada. Es como creer en algo que prescinde de fe, algo tan quebrado, indeciso, deforme, algo tan humano a la vez. Etapas, dicen, locura predicen y no aparece el pilar que discierne de mi postura, el que la corrobore, es ya aún más idóneo. Iré, iré a buscar esa fase de voz en alto y aquellas palabras persuasivas, iré, pues, a mentir tal vez o a decir lo mismo que han dicho muchos, pero iré para pisar la tierra, para aprender, iré para absorber mediocridad y así morderles la mano cuando se haga el retorno.